Cuántas veces se han aprovechado de ti y has acabado haciendo cosas que no querías hacer, ni merecen la pena. Con un poco de esfuerzo, vamos a intentar que no te vuelva a suceder.
En el artículo que escribí sobre cómo simplificar el proceso para tomar decisiones, hablo de un sistema que ha cambiado mi forma de pensar. Este sistema, que llamo «el triángulo de la riqueza», me sirve para recordar que disponemos de 3 recursos principales en la vida:
- Tiempo
- Dinero
- Atención
Este sistema me permite distinguir fácilmente lo que me «cuesta» cada decisión que tomo. Y es precisamente mi obsesión por liberar recursos en la toma de decisiones, por lo existen estas reglas. Pero, ¿Y si directamente podemos eliminar la toma de algunas decisiones?
Lo haremos estableciendo algunas reglas para decir «No».
Pero esto no es tan sencillo como parece, pues siempre nos vamos a encontrar algunos obstáculos.
Lidiando con el Coste de Oportunidad
Para poder priorizar tu tiempo debes lidiar primero con el coste de oportunidad. Cada decisión que tomas, cada vez que haces algo, implica que no haces todo lo demás. Esto que es tan obvio, se suele manifestar de dos formas radicalmente opuestas en nuestro cerebro:
- Creemos que tenemos todo el tiempo del mundo para vivir y no nos preocupa.
- Nos vemos viejos,creemos que nos queda poco tiempo para hacer todo lo que queremos y nos estresa de una manera increíble.
La triste realidad es que no tiene una solución. La vida es así, cada vez que decides hacer algo, estás decidiendo no hacer todo lo demás. Lo que sí puedes hacer, aprender a tomar mejores decisiones. Tomar buenas decisiones es probablemente la habilidad más importante que puedes aprender.
La primera, decidir qué estás dispuesto a hacer por dinero y también que estás dispuesto a hacer gratis. Este es un ejercicio simple, pero que puede ser complicado de ejecutar.
Nadia va a valorarte más de lo que te valoras tu mismo. Por lo tanto, tienes que ponerle una tarifa a cada una de tus horas y debes ajustarte a ello. Por ejemplo, si el valor que le pones a cada una de tus horas es de 50€, cada vez que hagas algo por menos de eso, estás perdiendo dinero.
FOMO
Wikipedia lo explica perfectamente:
FOMO viene del inglés fear of missing out, «temor a perderse algo». Es una patología psicológica descrita como «una aprehensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente». Este tipo de ansiedad social se caracteriza por «un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo». FOMO también se define como un miedo al arrepentimiento, que puede llevar a una preocupación compulsiva de que uno pueda perder una oportunidad de interacción social, una experiencia novedosa, una inversión rentable u otros eventos satisfactorios.
Y si lo piensas, el marketing a día de hoy es 99% esto.
¿Se puede superar el miedo a perderse cosas? Sí, desconectando y vivir más en el presente. Para lo primero, no redes sociales, no televisión, filtrar muy bien las noticias, no compararte a los demás… una tarea extremadamente difícil. Para lo segundo, una forma de empezar es mediante la meditación.
Una vez que conoces los peligros que nos acechan en cada esquina, ¿qué hacemos?
Hell Yeah o No
Básicamente, sólo debes hacer aquello que te acerca a tu misión, ya sea de forma directa como indirecta; pero como todavía no te he hablado de cómo descubrir tu «propósito de vida», podemos resumirlo de esta manera:
- Te hace mejor
- Aprendes algo
- Te ayuda a desarrollar relaciones
Además, porque no todo va a ser sacrificio, también vas a decir que sí a todo lo aquello que te emocione. Si te hace mucha ilusión, hazlo, si no, no lo hagas, o cómo bien dice Derek Sivers, «Hell yeah or no».
¿Qué pasa entonces con todo lo demás?
Si te tienes que quedar con una sola frase de este artículo, que sea esta: «No» es una frase completa. Así es, no tienes por qué justificar un no de ninguna forma. Al principio puede ser difícil evitar la tentación de justificar cada no, pero debes ser fuerte y no hacerlo.
La clave está en decir no a casi todo. De esta forma liberas tiempo y espacio en tu mente para lo que de verdad importa.
Aunque tengas la tentación de decir que sí a muchas cosas que no quieres, sobre todo si estás empezando un negocio o una relación con alguien, debes ser fuerte. De esta forma, cuando encuentres algo que quieras hacer de verdad, podrás hacerlo con una fuerza y una determinación que poca gente puede igualar.
Por lo tanto, rechaza casi todo, pero las cosas que hagas, hazlas de verdad.
Las Reglas para Decir No
Las reglas que vas a ver a continuación están incompletas, esto es así porque aún estoy trabajando en ellas. Crear unas reglas implica un proceso de decisión y pruebas, que lleva un tiempo y que a veces se deben cambiar y/o mejorar.
Además, entiende que estas reglas sirven para decir no automáticamente, y aunque una propuesta pase este filtro, aún tendrá que superar otros criterios y la respuesta puede seguir siendo un no.
Estas son las reglas para saber cuándo decir no.
1. Si va en contra de tus principios
En la primera capa en el proceso de toma de decisiones se encuentran los principios. Por lo tanto, si cualquier proposición va en contra de mis principios, la respuesta va a ser no.
Ahora bien, ¿qué pasa si la proposición es tan buena que te planteas seriamente traicionar a tus principios?. Lo primero, es que probablemente los principios que tienes no sean tan buenos, y los principios, como todos los sistemas, se pueden modificar para mejorarlos.
Aún así, si va en contra de mis principios, la respuesta sigue siendo no, al menos hasta que reflexione y decida si modificarlos o no, cosa que lleva su tiempo. Por lo tanto, tendría que valorar esta regla junto a la siguiente.
2. Si hay presión de tiempo
Otra regla por la que automáticamente digo no, es cuando me piden hacer algo en una ventana de tiempo establecida sin mi consentimiento. Es decir, si me piden hacer cuando otra persona quiera, la respuesta es no.
Si por el contrario, me preguntan si es posible, la respuesta puede ser sí, y ya habría que valorar otros criterios.
3. Si no cumple tus expectativas
Como hemos visto anteriormente, lo primero que debes hacer es tener claro qué estás dispuesto a hacer por dinero y qué gratis. Si te piden hacer algo gratis que no estás dispuesto a hacer, o si no te pagan lo suficiente, la respuesta es siempre no. Fácil.
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